sábado, 8 de septiembre de 2012

Lo parece, pero no es un cuento

En nuestras sociedades la mujer ha dado un salto cualitativo radical: se ha ganado la capacidad de decidir sobre su propia vida al haber conquistado su independencia económica. Sin ella no hay libertad vital.

 
Ni política. Las sociedades que llegan a ser dependientes de forma astronómica del crédito exterior devienen cautivas por fuerza de los mecanismos de crédito privados (mercados) o públicos (FMI o FEEF, MEDE europeos, etc.). Los primeros tratan simplemente de maximizar su beneficio y los segundos están dominados por las políticas de los gobiernos de turno que más mandan en esos fondos. En el caso europeo, neocon. Pero España e Italia aportan más fondos que Alemania: lógico, suman más habitantes (108 contra 82 millones).
 
Los países endeudados están apalancados, colapsados y secos. Es el caso –hoy por hoy- de Grecia, Irlanda, Portugal, España, Chipre, en buena parte Italia y con mucha probabilidad, Eslovenia y Hungría. Un tercio de países y de población de la UE.
 
El diálogo podría centrarse de forma más interesante –quizá- en otras alternativas/expectativas:
 
- Que empiece pronto a irles mal a los países dominantes en la escena económica. Que Alemania, por ej., abra la espita de cierta inflación (hasta un 4 %?) para darle alegría al comercio y afloje el dogal con que nos lleva atados.
 
- Esperar a que caigan esos gobiernos. Y que no sean sustituidos por otros aún más conservadores y/o nacionalistas.
 
- Crear un Fondo de Inversiones de Crecimiento y Desarrollo en la UE (¿!).
 
- Que uno o varios países abandonen la eurozona (o que salga Alemania).
 
- Luchar en forma denodada y prioritaria contra el paro para multiplicar los ingresos en las arcas públicas: persecución del fraude fiscal (70.000 millones en España), de la economía sumergida (o jugamos todos o se rompe la baraja), revolución fiscal (pagan muchísimo más los que más tienen, y si sacan su dinero se lo tendrían que llevar fuera de la UE), puestos de trabajo a mansalva en educación, sanidad y dependencia. Apuesta total en I+D+i (o los chinos nos comen la merienda).
 
- Que los europeos, actuales o presuntos contagiados por el virus del déficit, dejemos de conducir por la autovía mirando los siguientes cuatro metros y miremos los siguientes doscientos. O sea, justo lo contrario de lo que estamos haciendo. Traca final: dinamitar el Bundesbank, que es quien hoy manda, con su mentalidad carca, facha y dinosaurio de los ricos ... ricos de verdad! (que no son los alemanes).
 
Las anteriores expectativas, son pueriles y catastróficas a excepción de las dos últimas. No pasará demasiado tiempo sin que hayamos de elegir entre lo catastrófico y lo utópico.
 
Acelerar y forzar por vía de urgencia los procesos políticos de uniformización de estructuras. Lo de que “por fuerza son procesos lentos” es un tópico, una leyenda urbana. Son lentos por el egoísmo desaforado de políticos muy libres en sus decisiones, felizmente gobernantes gracias a los electores de países felizmente acomodados en sus riquezas y/o expolios de guante blanco (la canallada del cuento de la cigarra y la hormiga).
 
Uniformar estructuras políticas, fiscales, bancarias, militares, jurídicas, sociales, laborales, sanitarias. Borrando del mapa constituciones, gobiernos nacionales, fronteras, himnos, banderitas y cualquier otro símbolo de caduca, decimonónica soberanía que nos llevan a la ruina. A todos: a unos antes, a otros después.
 
Constitución, BCE auténtico y despolitizado, sindicatos, partidos políticos, ejército, policía, universidad … europeos. No un solo país, sino una federación inédita de estados con gobernadores y delegados locales elegidos el mismo día, bajo la misma ley electoral por quinientos millones de electores. El galimatías actual está muerto. El presidente de EEUU tiene que saber a qué teléfono llamar. Y la Unión Africana, y China, y la OEA y la Liga Árabe y la Cruz Roja Internacional.
 
En esos United States of Europe existen regiones deprimidas -Campania, Bretaña, Cerdeña, Sicilia, Acaya, Bulgaria, Rumanía, La Apulia y otras- que habrá que levantar. Como ya ocurrió con Galicia, Extremadura, Castilla, etc. Pues California, Montana, Nevada y Florida quebraron y no se ha enterado ni Dios. La golfa y miope Grecia no se puede venir encima de nuestras cabezas. Ni la hacendosa España, ni nuestra bella patria italiana, ni nuestro sueño ni el sueño del mundo entero (a excepción de EEUU y China: ellos nos prefieren quebrados para comprar los restos a precio de saldo).
 
Y ya puestos a pedir: que la socialdemocracia europea haga ejercicios espirituales con propósito de una vida renovada y pujante.
 
Y colorín, colorado, este 'cuento' se ha acabado.
 
Nota.- Habrá más 'cuentos' en este mismo espacio. Gracias.

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