Muy pocos días después del desalojo forzoso y forzado de inmigrantes subsaharianos de Isla Tierra -la naturaleza se tomó su tiempo-, un rayo parece fulminar el escenario de esa conculcación flagrante de la Ley Española de Inmigración. En primer plano y a la derecha, casas de Adjir (Marruecos); encima, las luces del Peñón de Alhucemas y a la izquierda, las islas de Tierra y de Mar.
¡La venganza divina!
ResponderEliminarComo diría el Comandante Vasco Moscoso de Aragón (Jorge Amato), ¡mal rayos les parta a quienes hacen que la gente tenga que recurrir a esas piedras como tabla de salvación!
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