miércoles, 26 de octubre de 2016

Decíamos ayer ...


Uno no puede ponerse del lado
de quienes hacen la historia,
sino de quienes la padecen

Albert Camus

Ayer en Brihuega eso mismo ocurrió y la tertulia de sobremesa fue buen ejemplo de ello. Que todos —cada uno con sus acentos y matices personales—, hablamos al servicio de quienes padecen la historia pues, dadas nuestra edad y biografías, los horizontes vitales de que disponemos no se contarán en decenas de décadas.

Abrió turno Eduardo con esta pregunta recalcada: ¿cuándo decís que empezarán a cerrar las sedes del PSOE? Y hubo que establecer de principio riguroso turno a vuelta doble. Tal era el interés y comezón por hablar.

Resumir es traicionar. Pero callar hoy sería privar dos veces a nuestros queridos y recordados ausentes.

Salió a relucir con bastante detalle la historia de los hechos recientes que nos tienen donde nos tienen. De acuerdo todos en la importancia para España de que el Partido Socialista, en posición dificilísima, acierte a recomponerse. Con ciertas y sensatas esperanzas puestas en Borrell a pesar de sus setenta años (se recordó al inglés Jeremy Corbyn). Ya atardecido, pusimos sobre la mesa igualmente los profundos cambios sociales que afectan a los más jóvenes: la escasez creciente de trabajos y la precariedad incierta con que a ellos acceden los afortunados que los consiguen.

Ellos serán los futuros votantes, pero ¿de quiénes, de los inmaduros partidos emergentes —si se saben consolidar, que esa es otra—? Pues no parece que los actuales titulares del bipartidismo susciten en ellos entusiasmo alguno (‘no olvidemos que nuestros hijos votan a Podemos’, Borrell dixit). Y añado: nuestros nietos, que siguen llegando.

Coincidíamos todos en rechazar esa pose absurda de “yo con esos no hablo; al enemigo … ni agua”.

Y lo dejo aquí, seguro de haber mal resumido pero tranquilo por haberlo al menos intentado.

Nota.- Hay mucho espacio en este blog para añadir, enmendar y/o completar. Gracias de todos modos por vuestra acogida con la que siempre espero contar, diga lo que diga o me sesgue como sesgue. No me dejaréis solo. Lo se.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con compendio de Amador. Intentar añadir más datos o dichos, no tendría sentido porque la memoria traiciona, y no levantamos acta de nuestras conversaciones.

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  2. Gracias por el resumen de Brihuega y por la cita de Camus.
    Para mí, la historia del psoe es una triste historia.
    Entre los años 1973-79, dediqué mucho tiempo y lo mejor de mí, a poner en marcha la Agrupación de Retiro en Madrid.
    Son muchos los recuerdos de aquellos años y los nombres de personas excelentes que me siguen acompañando.
    No es el momento ni el lugar para hablar de aquella época. Pero cuando tomé la decisión de dejar el psoe a finales del 79, estaba convencido que la política seguida por la dirección socialista llevaría al partido al desastre y no quise compartir esa responsabilidad. Hoy, desgraciadamente, no creo haberme equivocado.
    La situación actual del psoe hace muy difícil la recuperación de la izquierda en España, cuando la izquierda es hoy una necesidad urgente.

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  3. Terminada la larga historia de la investidura con sus diversos episodios, vuelvo a Brihuega.
    Sobre Josep Borrell, sería muy positivo si se pudiese contar, como parece, con su competencia, inteligencia y experiencia en la necesaria y urgente refundación de la izquierda. Que pueda ser su referente y representante es algo muy diferente. Por el momento, el único que ha cogido el coche para recorrer la geografía española y "escuchar a quienes no se ha escuchado" ha sido Pedro Sánchez...
    Si no se quiere restar sino sumar fuerzas, lo lógico es apoyarle.
    La entrevista con Jordi Evole de este domingo ha dejado las cosas muy claras. Quizás, una de las pocas cosas positivas de la lamentable situación que nos han obligado a vivir.

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