(Enviado por MªLuisa Jiménez, rogando publicación)
QUERIDA,
Me hirvió la sangre, me chirriaron los
dientes y me clavé las uñas en las manos cuando te vi aquel domingo en televisión
sonriendo a la pantalla y vendiendo humo político mientras respondías a las
preguntas diciendo "el crío". (Continúa aquí)
Me parece brillante esta carta. Cuando la vi, a la Soraya, en la rueda de prensa, pensé, creo recordar, y a lo mejor es que me hubiera gustado pensarlo, que era una privilegiada y una caradura, porque no dejó a su hijo con la abuela. ¿Recordáis a la rubia del PP, que presumía de atender a no sé cuantos hijos y además ser ministra?
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