Tengo un amigo canadiense

Si nunca os lo había dicho, ya lo sabéis. Es un poco, cómo diría yo ... rarito ... él. No por nada sino porque es demasiado celoso respecto de sus ancestros. Supuestos ancestros, porque yo es que no me lo creo, vamos.

Insiste demasiado -y ahí es donde yo le veo el fallo, por lo que le tengo bien pillado- en que él es descendiente de los chéroquis! Los indios aquellos de las películas que veíamos en el cine de barrio, con sus tomahawks, etc., os acordáis?. Me cuenta -el tío- que emigraron desde Carolina del Norte, a través de los Grandes Lagos hasta Saskatchewan, en Canadá. Si es verdad, a cuento de qué darme la vara con sus dichosos ancestros cada vez que nos vemos. No tiene pies ni cabeza.

Si le da la gana habla español bien, eh. No te confundas con lo que vas a leer un poco más abajo. Y digo si quiere porque ahora le ha dado por hablar con infinitivos y con un vocabulario tan escaso que si no estás avisado, te dan ganas de meterle unas cuantas docenas de palabras en el bolsillo. De limosna literaria. Que también las hay. O debiera haberlas, creo. Pero no es su caso. Ya digo.

A lo que voy. Que en buena hora se me ocurrió comentarle que teníamos un Blog unos cuantos amigos y tal: raro es el día que no entra en JUBJUB a curiosear. Y venga a comentar. Y a preguntar de vosotros. Y que si él no podría. Y que porqué no. Tan harto me tiene que ayer ya le dije: vale, tío, te publico algo y digo que me lo has dado tú. Mira, ... si lo ves! Como un niño. Más contento que unas pascuas. Como yo te lo mande así lo subes, se reafirma. Que sí, hombre, que sí, que como tú me lo mandes. Tal cual, le dije para quitármelo de encima. 

No sé si habré hecho bien. Me ha enviado lo siguiente (suele escribir centrado y en azul):

Chéroqui inclinarse ante Gran Administrador JUBJUB

Saludar Contribuyentes todos

Lectores todos.

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Mucho admirar rostros pálidos Contribuyentes,

ellos sabiduría honda como pozo agua limpia.

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Indio pensar

aprender indio siempre querer mucho!

No entender periódico que hoy indio comprar,

él mirar foto

chéroqui leer palabras negras en los pies

él no entender juez corazón malo aquí

mismo mismo juez corazón bueno otro lado mar azul

  

En fin, yo he cumplido. Ah, se me olvidaba decir que insistió mucho en que dejara constancia de su e-mail (no sé qué se pensará este tío, de verdad):

cherokindian@gmx.es