También valdría, con consecuencias parecidas: "Todo vale por la Nación", "Todo vale por la Religión", "Todo vale por ganar Dinero", etc. Con una condición: patria, nación, religión, dinero, y otros dioses, siempre se entiende que es el mío o el nuestro; los de los otros son falsos.
Yo es que pienso que hay demasiada gente aburrida. Fíjate lo que son las cosas y mal que me esté decirlo. Pero como lo pienso que lo digo. Ah, sí, vaya si lo digo aunque uno procura ser muy mirado con lo que dice o con lo que escribe. Con esto mucho más si me apuras, que luego escrito queda y no vaya a ser que … Ya sabes tú que las escopetas las carga el diablo. No la vayamos a tener, que hay gente por ahí que está esperando nada más que de pillarte, y luego si te he visto no me acuerdo. Allá que te las apañes. Y si encima son meapilas, virgen bendita!, para qué queremos más. Ahora, también te digo una cosa, eh: ¿quieres saber quiénes son los peores?, ¿de veras quieres saber quiénes son los peores de todos? Pues mira, Eduardo, te lo voy a decir, hombre, hoy me has pillao con el día franco y como que me levanté con el pie derecho. Pero antes voy a hacer un paréntesis porque hace tiempo que les tenía yo ganas a los arlequines estos de los cojones que, a mí me parece … no se … como que hubiera algunos personajes detrás que a veces les hacen decir cosas que a lo mejor ellos de por sí no dirían. De sí, vamos, de suyo a lo mejor no dirían, ¿me sigues? No se si me entiendes lo que yo quiero decir. Como si tuvieran a uno de esos apuntadores de los teatros que les van por delante a los del cuadro de actores. Es una aprensión mía, fíjate, pero no hay quien me lo quite de la cabeza. Porque lo que es a mí cuando se me mete una cosa en la cabeza … no lo parece, pero soy algo cabezón. No es que me importe. Que a mí, oye … por mí que digan lo que quieran. Ya ves. Allá ellos. Eso sí, que guarden al menos un respeto pues eso sí, qué quieras que te diga. A veces no entiendo muy bien lo que quieren expresar y me provocan dudas. Pero ya digo. A veces hasta me hacen reír. Sonreír más bien, diría yo. Qué jodíos. Pero a lo que iba, los peores, los meapilas y con mucha, mucha pasta gansa, esos son los peores. Quizá tenía que haber empezado por aquí, pero lo escrito escrito está y no voy a empezar de nuevo. Cuídate. Cuidaos todos de los cuchillos voladores.
Algunos de nuestros clásicos pensaban que nuestro Ruedo Ibérico era uno de los lugares más apreciado por los expertos de todo tipo de cuchillos y navajas. César Vallejo gritaba, sin duda, para protegernos:
¡Cuídate, España, de tu propia España! ¡Cuídate de la víctima a pesar suyo, del verdugo a pesar suyo y del indiferente a pesar suyo! ¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo, negárate tres veces, y del que te negó, después, tres veces! ¡Cuídate de los nuevos poderosos! ¡Cuídate del que come tus cadáveres, del que devora muertos a tus vivos! ¡Cuídate del leal ciento por ciento! ¡Cuídate del cielo más acá del aire y cuídate del aire más allá del cielo! ¡Cuídate de los que te aman! ¡Cuídate de tus héroes! ¡Cuídate de tus muertos! ¡Cuídate de la República! ¡Cuídate del futuro!…
Yo pensé que exageraban. Pero con lo que ha caído y sigue cayendo...pienso...pues eso...que os cuidéis mucho de todos los cuchillos voladores..
Ahora que estamos de carnavales y hay licencias más permisivas, la mascarada tiene su oportunidad, pero ya sabéis que tener que soportar todo el tiempo el numerito de los anónimos, personalmente, me resulta poco gratificante. Me gusta saber quién se dirige a mí, quién me habla. Sin embargo, parece que estamos condenados en este magnífico blog a tener que soportar la charanga de los que andan detrás de los matojos.
También valdría, con consecuencias parecidas: "Todo vale por la Nación", "Todo vale por la Religión", "Todo vale por ganar Dinero", etc. Con una condición: patria, nación, religión, dinero, y otros dioses, siempre se entiende que es el mío o el nuestro; los de los otros son falsos.
ResponderEliminarYo es que pienso que hay demasiada gente aburrida. Fíjate lo que son las cosas y mal que me esté decirlo. Pero como lo pienso que lo digo. Ah, sí, vaya si lo digo aunque uno procura ser muy mirado con lo que dice o con lo que escribe. Con esto mucho más si me apuras, que luego escrito queda y no vaya a ser que … Ya sabes tú que las escopetas las carga el diablo. No la vayamos a tener, que hay gente por ahí que está esperando nada más que de pillarte, y luego si te he visto no me acuerdo. Allá que te las apañes. Y si encima son meapilas, virgen bendita!, para qué queremos más. Ahora, también te digo una cosa, eh: ¿quieres saber quiénes son los peores?, ¿de veras quieres saber quiénes son los peores de todos? Pues mira, Eduardo, te lo voy a decir, hombre, hoy me has pillao con el día franco y como que me levanté con el pie derecho. Pero antes voy a hacer un paréntesis porque hace tiempo que les tenía yo ganas a los arlequines estos de los cojones que, a mí me parece … no se … como que hubiera algunos personajes detrás que a veces les hacen decir cosas que a lo mejor ellos de por sí no dirían. De sí, vamos, de suyo a lo mejor no dirían, ¿me sigues? No se si me entiendes lo que yo quiero decir. Como si tuvieran a uno de esos apuntadores de los teatros que les van por delante a los del cuadro de actores. Es una aprensión mía, fíjate, pero no hay quien me lo quite de la cabeza. Porque lo que es a mí cuando se me mete una cosa en la cabeza … no lo parece, pero soy algo cabezón. No es que me importe. Que a mí, oye … por mí que digan lo que quieran. Ya ves. Allá ellos. Eso sí, que guarden al menos un respeto pues eso sí, qué quieras que te diga. A veces no entiendo muy bien lo que quieren expresar y me provocan dudas. Pero ya digo. A veces hasta me hacen reír. Sonreír más bien, diría yo. Qué jodíos. Pero a lo que iba, los peores, los meapilas y con mucha, mucha pasta gansa, esos son los peores. Quizá tenía que haber empezado por aquí, pero lo escrito escrito está y no voy a empezar de nuevo.
EliminarCuídate.
Cuidaos todos de los cuchillos voladores.
Algunos de nuestros clásicos pensaban que nuestro Ruedo Ibérico era uno de los lugares más apreciado por los expertos de todo tipo de cuchillos y navajas. César Vallejo gritaba, sin duda, para protegernos:
Eliminar¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…
Yo pensé que exageraban. Pero con lo que ha caído y sigue cayendo...pienso...pues eso...que os cuidéis mucho de todos los cuchillos voladores..
Ahora que estamos de carnavales y hay licencias más permisivas, la mascarada tiene su oportunidad, pero ya sabéis que tener que soportar todo el tiempo el numerito de los anónimos, personalmente, me resulta poco gratificante. Me gusta saber quién se dirige a mí, quién me habla. Sin embargo, parece que estamos condenados en este magnífico blog a tener que soportar la charanga de los que andan detrás de los matojos.
ResponderEliminarSin asumir la responsabilidad de la palabra. O sea que todo vale.
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