Dicen que dijo Sir Bertrand Russell lo
siguiente:
Si yo sugiriera que entre la Tierra y
Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en un
órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que
me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para
ser vista aun con los telescopios más potentes. Pero si yo dijera
que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella
es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana,
se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin
embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros
antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se
instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación
para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien
dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo
iluminada, o la del inquisidor en tiempos anteriores.
Como a mí la existencia o no
existencia de la tetera me trae al pairo no me declaro ni “tetero”
ni “a-tetero” ni "a-teo".
Dicen que dijo
Richard Dawkins lo siguiente:
La razón por la
que la religión organizada merece hostilidad abierta es que, a
diferencia de la creencia en la tetera de Russell, la religión es
poderosa, influyente, exenta de impuestos y se la inculca
sistemáticamente a niños que son demasiado pequeños como para
defenderse. Nadie empuja a los niños a pasar sus años de formación
memorizando libros locos sobre teteras. Las escuelas subvencionada
por el gobierno no excluyen a los niños cuyos padres prefieren
teteras celestiales. Los creyentes en teteras no lapidan a los no
creyentes en las teteras, a los apóstatas de las teteras ni a los
blasfemos de las teteras. Las madres no advierten a sus hijos en
contra de casarse con infieles que creen en tres teteras en lugar de
en una sola.
Pero me declaro esencial y
radicalmente “antiteocrático”.
Cuando se pone encima de la mesa el tema de dioses y las religiones es precisamente porque tienen poder, y se constituyen declarando a los otros como herejes, o como no creyentes. Hay que reconocer que lo admirable es que el hombre haya sido capaz de inventarse a los dioses y a las religiones; el consenso universal sobre la sentimiento religioso tiene mucho más que ver con las formas de poder y control sobre la sociedad que con la existencia de los dioses. Los griegos fueron muy inteligentes, inventándose un olimpo compuesto por dioses que eran igual que ellos. Solo negar la teocracia no resuelve todo el problema; hay que negar la posibilidad siquiera de la existencia de los dioses.
ResponderEliminarcomparto plenamente
ResponderEliminarCon la iglesia y con los dioses hemos topado, amigo Sancho...
ResponderEliminarDos pequeños puntos que al tocar este tema procuro no olvidar:
- la razón, como bien ha demostrado el s.xx, también engendra monstruos...
- Que cada uno, siguiendo a Sir B. Russel, pueda fabricar su tetera, hacerse su té y beberlo, de preferencia, con personas de teteras diferentes y con té de variados gustos y sabores...
Y si le apetece y es su deseo, también solo en su casa....sin ser molestado por el color de su taza o por el sabor de su té...
¿Las preguntas del Catecismo retocado y mejorado del Padre Rouco, 1ª edición, 2014 ©, Editorial O Diábolo, C/Virgen de la Monjía, 13 -28027, Madrid y las correspondientes respuestas de Isabelita (antes Miguelito) ... han provocado esto?
ResponderEliminar¡ No me lo puedo de creer ! Decidme, porfa, que no.
Pues la verdad, Amador, Rouco no me provoca y su catecismo tampoco.
ResponderEliminarEl personaje del Padre Rouco me resulta antipático y anacrónico. Quizás también ucrónico...
La imagen de Isabelita especialmente simpática..No creo que le preocupe demasiado el Padre Rouco...
Desde luego que el Sr. Rouco no inspiró tales reflexiones. Pero sí el conocimiento de esas cosas que dijeron unos srs. a los que estimo dignos de dar a conocer sus propuestas pues las considero "inteligentes" y dignas de ser divulgadas para conocimiento de el mayor número de gente que sea posible.
ResponderEliminarY la fama del Ilustre Colegio al que me honro pertenecer es no solo internacional sino MUNDIAL.
¡No se lo vaya a creer Rouco!
ResponderEliminar¡¡Hasta ahí podíamos llegar..!!
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