domingo, 19 de enero de 2014

Lo que no se quiere oír sobre Cataluña

"No bastan albañiles: Se necesitan arquitectos para que no se nos caiga la casa encima"
¿Qué piensan los arlequines de jubjub sobre el tema?

Banderas independentistas catalanas en Barcelona, en la Diada de septiembre de 2012. / TEJEDERAS

Lo que no se quiere oír sobre Cataluña

El problema del encaje catalán en España es el del encaje de un pueblo norteño en un país sureño

    10 comentarios:

    1. Pero si los albañiles se caen, los de arriba, los arquitectos también se caen.

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    2. Se nos cae la casa. Para evitarlo no bastan loa albañiles, son también necesarios los arquitectos...
      Dice el artículo de César Molinas que intenta dar una cierta altura al debate..si se puede llamar debate al diálogo de besugos que estamos presenciando..

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      1. Ni idea de qué rayos pensarán los arlequines acerca de esto. Si es que piensan algo. Pero yo me sigo haciendo cruces de que después de 5 años de crisis nadie (y la clase política la menos interesada en ello) se haya sentado a revisar el modelo de país al que queremos o podemos dirigirnos:

        … ni amago de revisión de las instituciones y leyes fundamentales (empezando por la ley electoral y la ley de partidos),

        … ni plan alguno de modelo productivo,

        … ni señalamiento de sectores con capacidad de desarrollo. O sea, en qué actividades tenemos un fuerte potencial diferenciador. Como por ejemplo: turismo, infraestructuras, deporte, transportes, moda, software, arte, alimentación/gastronomía, escuelas de negocios (y de enfermería, medicina, ingeniería con importación de alumnado y exportación de titulados, etc.),

        … ni revisión del modelo de asistencia sanitaria/dependencia

        … ni del educativo, aparte de montar la enésima Ley de ello. Si las universidades –como las conocemos hoy en día– tienen sus años de existencia contados con los dedos de ambas manos, a qué tipo de enseñanza superior deberíamos orientarnos desde ya.

        … ni de modelo fiscal y bancario con su regulación (¿para cuándo un banco estatal?) en orden a la lenta pero quizá inexorable integración europea.

        Etcétera. Ahora está de moda para todo hablar de ‘hoja de ruta’. Pero en este país tal parece que estuviéramos empecinados en seguir a una hija de puta! Y que me perdonen las putas y sus hijas a las que quiero y admiro. A las unas y a las otras, sí. Y mucho.

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    3. Altura, sí señor, altura es lo que necesitamos ante una situación tan rastrera que estamos viendo y padeciendo.
      Así pues, discutamos de las cosas que nos interesan, por ejemplo, ¡del aborto!

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    4. Confieso que no he podido leer entero el artículo de Molinas. Creo que lo he repetido ya muchas veces, opero no olvidemos, como resumen del asunto que los padres de las letras catalanas son valencianos, de Xátiva y Gandía, y además eran cuñados. Cuando se pueda, es decir, este martes que viene hablaremos del aborto; tema que ya comenzó en casa de Paco Luna. Por eso, en la convocatoria de esta pacomia ya cercana recordaba asistir con la la cabeza en su sitio y los palabras precisas, o algo así, para no perdernos por las ramas de los sentimientos y otras consideraciones que no deberían entrar en la "disputatio". Creo opinar.

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    5. Literalmente la convocatoria de la pacomia de este martes que viene concluía: "Con la cabeza lúcida y las palabras medidas". Porque lo de Catalunya no da ya para mucho, y lo del aborto no debería complicarse tampoco. Por aquello de seguir, podría empezar diciendo que no me parece cierta esa afirmación con la que suelen empezar casi todos: "Lo de abortar es una tragedia", y lo suelen afirmar los que están a favor de la ley de plazos; lógico, porque los que niegan la posibilidad del aborto porque es un asesinato se guardan lo de la tragedia, que es menos que lo del "asesinato". Podremos seguir, sí.

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    6. "Los independentistas tendrían todo que perder si el debate se situara en el terreno de la estricta legalidad de los Tratados, pero tendrían todo que ganar si se situase en el terreno de la legitimidad, es decir, si el debate fuese sobre quién es el parvenu. Lo más probable es que la discusión se sitúe, llegado el caso, en un punto intermedio entre las dos alternativas. Lo que desde Madrid se ve como un problema jurídico es, en realidad, un problema político en el que las autoridades españolas pueden llevarse más de una sorpresa".
      ¿También alucinaciones..?

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    7. Tengo un gran aprecio por los catalanes y creo que tienen razón en muchas de sus quejas y reivindicaciones. Pienso que nuestros gobernantes nacionales se aferran a un legalismo frío y muerto para no afrontar conjuntamente un futuro mejor que este presente paralizante.

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    8. Estoy de acuerdo, José María.
      Entre locos y tontos parece que anda el juego..

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    Gracias por opinar.