He leído con interés el artículo que nos ha presentado Mariano. Creo que merece la pena leerlo, comentarlo y a ver si encontráramos un poco de luz para la situación actual. Cada vez me parece más necesario el cambio de la "la metanoia" y un cambio actitudinal, para que caigamos en una lucha por el poder, sino luchar por cambios estructurales que nos lleven a una mayor igualdad
Leí este artículo, Mariano, pues leo y miro con detenimiento todo lo que se escribe o sugiere. Pensaba comentarlo: el ejemplo que nos ha dado Ernesto me ha acabado de lanzar, allá voy.
Recuerdo muy bien aquello de 'cuanto peor, mejor'. Cómo no. Y me veo a mí mismo pasadas algunas décadas gritando aquel domingo por Recoletos 'que no, que nos representan, que no'. Ha llovido desde aquel 15M bien a gusto de ricachones y poderosos, engordando sus cosechas, desecando esos platos en que comen –comían?- 1/3 de niños españoles. Pobres ya de hecho.
Sin organización la lucha acaba como el rosario de la aurora: la lucha está desorganizada, ¿quién la organizará? El organizador que la organice buen organizador será.
¿IU, PSOE, Partido X, ECU …? ¿Coalición de por lo menos estos? Si escribo ‘difícil’ me parece que pongo un eufemismo. Los primeros abrumados con la carga de sus estructuras corporativas -corporativistas ya- y tejidas durante más de un siglo, los últimos por su bisoñez.
Comparo las grandes transformaciones históricas a los partos, que a veces –lo deseable, claro– ocurren con ayuda (organización) pero también sin ella se ponen nuevas vidas en marcha. Y es que percibo una especie de magma, de humus social generado por la propia descomposición de instituciones políticas, ideas económicas, técnicas sociales, organizaciones ancestrales e interpretaciones del mundo que pudieran dar a luz a un bosque nuevo y diferente. A la sociedad se le ha quedado obscenamente ridículo el traje de marinerito de la primera comunión y anda de escaparates, mirando a ver porque así desde luego que no.
En la Revolución Francesa cayeron 1.200 cabezas, nos decía Eduardo. Aquí ha caído un alcalde de provincias y un consejero autonómico. De momento. Las nuevas tecnologías ayudan algo también: pones una foto tuya simpática en tu Whatsapp y en segundos haces reír a tus amigas de Santander o tus compañeros de teatro, verdad Manolo?
Palabra y liderazgo: nuestras dos grandes, maravillosas, fantásticas responsabilidades. De los que integramos este blog y/o están en sus aledaños, digo.
Desde lejos, parece que se están moviendo muchas cosas en la sociedad española. Es verdad que menos en el espacio político, aunque "las mareas" se acercan y hay ya problemas planteados en ese espacio que nadie sabe cómo van a evolucionar a corto plazo, pero que pueden cambiar el juego y modificar las cartas que hay encima de la mesa.. Cada vez más ciudadanos pensamos, sentimos y constatamos que el sistema de la transición ha muerto, incapaz de reaccionar y bloqueado por sus fantasmas... Cada vez tenemos menos miedo y más necesidad de construir un sistema (imperfecto, sin duda) que defienda el interés general y nos represente... Cada uno puede desear que la "criatura" sea de una forma o de otra, pero hasta que no salga de ese magma que recoge tantas cosas y tan diferentes...quién puede saberlo... Ese es el momento inquietante, único y apasionante que vivimos.
He leído con interés el artículo que nos ha presentado Mariano. Creo que merece la pena leerlo, comentarlo y a ver si encontráramos un poco de luz para la situación actual. Cada vez me parece más necesario el cambio de la "la metanoia" y un cambio actitudinal, para que caigamos en una lucha por el poder, sino luchar por cambios estructurales que nos lleven a una mayor igualdad
ResponderEliminarerror en mi texto anterior: "para que NO caigamos..."
ResponderEliminarNo logro abrir en artículo, aunque podré leerlo en la red..me supongo
ResponderEliminarLeí este artículo, Mariano, pues leo y miro con detenimiento todo lo que se escribe o sugiere. Pensaba comentarlo: el ejemplo que nos ha dado Ernesto me ha acabado de lanzar, allá voy.
ResponderEliminarRecuerdo muy bien aquello de 'cuanto peor, mejor'. Cómo no. Y me veo a mí mismo pasadas algunas décadas gritando aquel domingo por Recoletos 'que no, que nos representan, que no'. Ha llovido desde aquel 15M bien a gusto de ricachones y poderosos, engordando sus cosechas, desecando esos platos en que comen –comían?- 1/3 de niños españoles. Pobres ya de hecho.
Sin organización la lucha acaba como el rosario de la aurora: la lucha está desorganizada, ¿quién la organizará? El organizador que la organice buen organizador será.
¿IU, PSOE, Partido X, ECU …? ¿Coalición de por lo menos estos? Si escribo ‘difícil’ me parece que pongo un eufemismo. Los primeros abrumados con la carga de sus estructuras corporativas -corporativistas ya- y tejidas durante más de un siglo, los últimos por su bisoñez.
Comparo las grandes transformaciones históricas a los partos, que a veces –lo deseable, claro– ocurren con ayuda (organización) pero también sin ella se ponen nuevas vidas en marcha. Y es que percibo una especie de magma, de humus social generado por la propia descomposición de instituciones políticas, ideas económicas, técnicas sociales, organizaciones ancestrales e interpretaciones del mundo que pudieran dar a luz a un bosque nuevo y diferente. A la sociedad se le ha quedado obscenamente ridículo el traje de marinerito de la primera comunión y anda de escaparates, mirando a ver porque así desde luego que no.
En la Revolución Francesa cayeron 1.200 cabezas, nos decía Eduardo. Aquí ha caído un alcalde de provincias y un consejero autonómico. De momento. Las nuevas tecnologías ayudan algo también: pones una foto tuya simpática en tu Whatsapp y en segundos haces reír a tus amigas de Santander o tus compañeros de teatro, verdad Manolo?
Palabra y liderazgo: nuestras dos grandes, maravillosas, fantásticas responsabilidades. De los que integramos este blog y/o están en sus aledaños, digo.
Desde lejos, parece que se están moviendo muchas cosas en la sociedad española. Es verdad que menos en el espacio político, aunque "las mareas" se acercan y hay ya problemas planteados en ese espacio que nadie sabe cómo van a evolucionar a corto plazo, pero que pueden cambiar el juego y modificar las cartas que hay encima de la mesa..
ResponderEliminarCada vez más ciudadanos pensamos, sentimos y constatamos que el sistema de la transición ha muerto, incapaz de reaccionar y bloqueado por sus fantasmas...
Cada vez tenemos menos miedo
y más necesidad de construir un sistema (imperfecto, sin duda) que defienda el interés general y nos represente...
Cada uno puede desear que la "criatura" sea de una forma o de otra, pero hasta que no salga de ese magma que recoge tantas cosas y tan diferentes...quién puede saberlo...
Ese es el momento inquietante, único y apasionante que vivimos.