La camarera del café Comercial me confió anoche que casi no quedan ni aires ni auras del anterior café, pero sí, a veces, ve, como en sombras difuminadas, escenas sueltas de parejas enamoradas, de repasadores de papeles, de miradas perdidas en el vacío. La conversación de nuestra mesa, animada y alegre, le obligó a pararse unos segundos delante nuestro; no tiene imágenes análogas en su memoria, pero que iba a consultarlos con sus compañeras y compañeros de trabajo. Se despidió encendiendo sus ojos.
Vaya, parece que al Café Gijón se le aparece un primo hermano esta vez con misteriosa camarera amiga. Bueno, si es para bien de esta tertulia bloguera sean bienvenidas cualesquiera suertes de bonitos y mesteriosos lances: larga y feliz vida a ambos !!
El viejo camarero amigo del Gijón tiene un hijo que trabaja en el Nuevo Café Comercial. Me dice que todo ha cambiado pero está muy contento que haya abierto y su hijo trabaje allí. Quizá uno de estos días me acerque para tomar un café y regalarle el libro de Hannah Arent "Entre el pasado y el futuro". Con el calor que hace, me lo pensaré...
La camarera del café Comercial me confió anoche que casi no quedan ni aires ni auras del anterior café, pero sí, a veces, ve, como en sombras difuminadas, escenas sueltas de parejas enamoradas, de repasadores de papeles, de miradas perdidas en el vacío. La conversación de nuestra mesa, animada y alegre, le obligó a pararse unos segundos delante nuestro; no tiene imágenes análogas en su memoria, pero que iba a consultarlos con sus compañeras y compañeros de trabajo. Se despidió encendiendo sus ojos.
ResponderEliminarVaya, parece que al Café Gijón se le aparece un primo hermano esta vez con misteriosa camarera amiga. Bueno, si es para bien de esta tertulia bloguera sean bienvenidas cualesquiera suertes de bonitos y mesteriosos lances: larga y feliz vida a ambos !!
ResponderEliminarEl viejo camarero amigo del Gijón tiene un hijo que trabaja en el Nuevo Café Comercial.
EliminarMe dice que todo ha cambiado pero está muy contento que haya abierto y su hijo trabaje allí.
Quizá uno de estos días me acerque para tomar un café y regalarle el libro de Hannah Arent "Entre el pasado y el futuro".
Con el calor que hace, me lo pensaré...
Jubjub presente en los cenáculos de la vida cultural. No podría ser menos.
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