Blog de quienes, jubilados, tienen el júbilo suficiente para charlar sobre lo que les viene en gana.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Adolfo Nicolas SJ habla sobre la guerra en Siria
¿Cómo ayudar a ese niño? Adolfo Nicolas y el Vaticano tienen las ideas muy claras. Contrarias a la postura de Obama y de Francia. ¿Se puede dejar sin respuesta la barbarie en Siria..?
Complejidad suma. Que Adolfo y Francisco hablen hoy así no es de extrañar, no? Aunque el último aún no ha licenciado a la guardia suiza -tan vistosa y estética ella, símbolo de otras épocas en que el vaticano tenía sus propios ejércitos- y se mantiene la forma jurídica de estado. Ni tampoco hace tanto que los pastores de su iglesia bendecían cruzadas y vitoreaban a un ejército sublevado contra la legalidad vigente en nuestros lares.
Me gustaría verles sentados en la Casa Blanca y el Elíseo, por ejemplo. El uso de armas químicas está prohibido por la legalidad internacional aceptada que, con todas sus hipocresías y carencias, es la única que tenemos.
Mi opinión personal? Castigo a Bashar al-Assad, i.e., Tomahawks! (soy perfectamente consciente de los riesgos y de las imprevisibles consecuencias).
El profesor Heikki Virtanen me llama por teléfono para decirme que ha leído tu comentario sobre Siria. Está de acuerdo contigo. Hay que impedir a Bashar al-Assad que siga matando. Piensa que el ayuno y la oración son necesarios, pero que no cambiarán la realidad de Siria. La acción contra Bashar al-Assad se tiene que hacer, dice, en este mundo. Lleno de imperfecciones y de riesgos, pero el único que tenemos. Antes de despedirse ha insistido que no hay muchas alternativas y, por desgracia, ninguna buena. Me limito, Profesor Amador, a ser el mensajero del Profesor Heikki por quien siento gran afecto y admiración.
Eso nos une más todavía, Paco, ese afecto y admiración común hacia la sencilla y simpática personalidad de Heikki. No había pensado, la verdad, que él fuera a ser de esa misma dolorosa y tan triste opinión.
Si se lleva a cabo, van a morir inocentes. Oh, my goodness! Lo sabemos, joder, lo sabemos y lloramos de antemano ya por ellos, joder! En este momento ... Paco ... te juro por Dios que se me están saltando las lágrimas. No sigo.
Amigos míos: Yo disiento de otra intervención bélica más, que no tiene nada de original, ni de creativa, ni de resolutiva. En este sentido, me alineo con Jesús Ferrero en su artículo del diario El País de este último domingo, a propósito de Anna Arent, sobre la banalización del mal; y con Izzeldin Abuelaish en su libro reciente "No voy a odiar". Abrazos
Amigo José María, gracias por tu opinión que yo respeto y valoro mucho. No solo por ser la tuya, que también, sino porque casi casi la firmaría.
De hecho creo que es la mayoritaria entre nuestras sociedades afines. Ojalá se pueda evitar esa intervención No original, NO creativa y No resolutiva. Pero el mundo no puede ser un nuevo y generalizado Far West, una Ciudad sin Ley. Ya tenemos demasiado pocas restricciones al uso de armas -cualesquiera- como para que miremos hacia otra parte cuando se infringe una de ellas. O Bashar al-Assad castiga al responsable (dicen que no fue él personalmente) y destruye sus armas químicas, o ... Tomahawks.
El Profesor Virtanen, siempre tan cercano a jub-jub, me comenta mientras tomamos un café que daría cualquier cosa por compartir la opinión de José Maria, cualquier cosa, me repite. Y estoy convencido de su sinceridad. Me habla de agotar todas las vías políticas y diplomáticas, pero que si Bashar al-Assad sigue utilizando la barbarie contra su pueblo, hay que impedirlo con el uso de la fuerza como último recurso. Escudarse en las imperfecciones del mundo (tremendas, crueles, me dice casi gritando) para no actuar, le parece un grave error que no puede justificar. Al terminar el café y muy a pesar mío, no encuentro argumentos suficientes contra la opinión del Profesor Virtanen. Es decir, pienso que estamos todavía a años luz de una sociedad humana civilizada.
Complejidad suma. Que Adolfo y Francisco hablen hoy así no es de extrañar, no? Aunque el último aún no ha licenciado a la guardia suiza -tan vistosa y estética ella, símbolo de otras épocas en que el vaticano tenía sus propios ejércitos- y se mantiene la forma jurídica de estado. Ni tampoco hace tanto que los pastores de su iglesia bendecían cruzadas y vitoreaban a un ejército sublevado contra la legalidad vigente en nuestros lares.
ResponderEliminarMe gustaría verles sentados en la Casa Blanca y el Elíseo, por ejemplo. El uso de armas químicas está prohibido por la legalidad internacional aceptada que, con todas sus hipocresías y carencias, es la única que tenemos.
Mi opinión personal? Castigo a Bashar al-Assad, i.e., Tomahawks!
(soy perfectamente consciente de los riesgos y de las imprevisibles consecuencias).
El profesor Heikki Virtanen me llama por teléfono para decirme que ha leído tu comentario sobre Siria.
ResponderEliminarEstá de acuerdo contigo. Hay que impedir a Bashar al-Assad que siga matando. Piensa que el ayuno y la oración son necesarios, pero que no cambiarán la realidad de Siria. La acción contra Bashar al-Assad se tiene que hacer, dice, en este mundo. Lleno de imperfecciones y de riesgos, pero el único que tenemos.
Antes de despedirse ha insistido que no hay muchas alternativas y, por desgracia, ninguna buena.
Me limito, Profesor Amador, a ser el mensajero del Profesor Heikki por quien siento gran afecto y admiración.
Eso nos une más todavía, Paco, ese afecto y admiración común hacia la sencilla y simpática personalidad de Heikki. No había pensado, la verdad, que él fuera a ser de esa misma dolorosa y tan triste opinión.
EliminarSi se lleva a cabo, van a morir inocentes. Oh, my goodness! Lo sabemos, joder, lo sabemos y lloramos de antemano ya por ellos, joder! En este momento ... Paco ... te juro por Dios que se me están saltando las lágrimas. No sigo.
... lo siento ... un abrazo ...
EliminarAmigos míos: Yo disiento de otra intervención bélica más, que no tiene nada de original, ni de creativa, ni de resolutiva. En este sentido, me alineo con Jesús Ferrero en su artículo del diario El País de este último domingo, a propósito de Anna Arent, sobre la banalización del mal; y con Izzeldin Abuelaish en su libro reciente "No voy a odiar". Abrazos
ResponderEliminarAmigo José María, gracias por tu opinión que yo respeto y valoro mucho. No solo por ser la tuya, que también, sino porque casi casi la firmaría.
EliminarDe hecho creo que es la mayoritaria entre nuestras sociedades afines. Ojalá se pueda evitar esa intervención No original, NO creativa y No resolutiva. Pero el mundo no puede ser un nuevo y generalizado Far West, una Ciudad sin Ley. Ya tenemos demasiado pocas restricciones al uso de armas -cualesquiera- como para que miremos hacia otra parte cuando se infringe una de ellas. O Bashar al-Assad castiga al responsable (dicen que no fue él personalmente) y destruye sus armas químicas, o ... Tomahawks.
El Profesor Virtanen, siempre tan cercano a jub-jub, me comenta mientras tomamos un café que daría cualquier cosa por compartir la opinión de José Maria, cualquier cosa, me repite.
ResponderEliminarY estoy convencido de su sinceridad.
Me habla de agotar todas las vías políticas y diplomáticas, pero que si Bashar al-Assad sigue utilizando la barbarie contra su pueblo, hay que impedirlo con el uso de la fuerza como último recurso. Escudarse en las imperfecciones del mundo (tremendas, crueles, me dice casi gritando) para no actuar, le parece un grave error que no puede justificar.
Al terminar el café y muy a pesar mío, no encuentro argumentos suficientes contra la opinión del Profesor Virtanen. Es decir, pienso que estamos todavía a años luz de una sociedad humana civilizada.