Tengo para mí que hay mercados ... y mercados. Por haber hay hasta mercadillos.
Después de la anterior visita al hospital de Kellé me di -tuve que darme!- este baño de vida, de música y de rostros para la posteridad.
Después de la anterior visita al hospital de Kellé me di -tuve que darme!- este baño de vida, de música y de rostros para la posteridad.
Y sí, no digo que no:
el Congo podrá ser
una fiesta sobre una ruina,
pero qué fiesta!
yoko e, yoko e ... yoko
(de pronto, sí ... de repente)
3:55,71
Amador, lo siento mucho, pero me debe faltar algún programa que me impide ver las imágenes de tus videos. Se oye el sonido, pero no veo la imagen.
ResponderEliminarY yo sin saber lo que escondía Minkandá. Genial la música desde luego, pero no menos genial la voz impostada, densa, convincente del narrador. Y esos rostros que miran sin querer dejarse ver...
ResponderEliminarGracias Amador por hacernos partícipe de tu viaje a la verdad de la vida.
Por cierto, la música ¿la tienes en archivos para poderla compartir? Me gustaría hacerla sonar en mi ordenador y mis "composiciones multimedia".
Un abrazo, artista comprometido.
Man