No es de extrañar que cuando les pregunto si les gustaría viajar a Europa el sí que recibo es atronador. Ellos me preguntan si estoy casado, hijos, en qué trabajo, etc. Devoran mis respuestas que reciben muy seriamente. Debe ser gente de sentimientos muy profundos. En todas partes los niños me preguntan por mi mujer:
- Mwasi na ngai akufi eleki sik'oyo mbula mibale. Azali na boboto na likolo mpe atali Nzambe.
- Oh, mawa mingi ya solo. Luka mwasi mosusu.- Mpo na nini? ... ngai nazali malamu mpenza.
…………………….
- Mi mujer falleció hace dos años, está feliz en el cielo viendo a Dios.
- Qué tristeza, de verdad. Búscate otra.- Por qué? ... si me siento verdaderamente bien.
También he logrado ver el cuarto. Me ha recordado una cosa que siempre me llamó la atención. Mi hijo estuvo dos años trabajando en Senegal y, cuando venía, traía regalos para los sobrinos y todos eran juguetes hechos a mano: un avión, una guagua, un camión, ... y muy bien hechos. Para los mayores nos traía bellas esculturas muy bien talladas y pinturas preciosas, telas, etc.
ResponderEliminarEs muy interesante todo lo que cuentas y muy emotivo. Un abrazo,
J.A.Mtnz de la Fe